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     En mi casa soy “Asistente del Hogar”, pero profesionalmente soy Asistente  Ejecutiva.  No soy escritora, no me preparé para ello y nunca lo anhelé.
     
En el libro Venciendo la Muerte comparto mis vivencias con un paciente de cáncer, mi hijo, Jesús Daniel.  Presento mis experiencias como madre, las situaciones que él afrontó, sus preocupaciones, sus alegrías, su crecimiento.  

    Este libro surgió de un “diario” que comencé en el 2007, a raíz de la enfermedad de mi hijo, donde anotaba diferentes cosas que sucedían con él, por cualquier eventualidad.  

     Era solo un diario de eventos hasta que un día Danny me sugirió que escribiera un libro.  Lo consideré, pero no fue hasta pasado unos meses, después de septiembre de 2009, que comencé a trabajarlo.  Me tomó tres años escribirlo, corregirlo y revisarlo. Una y otra vez.

     Lo importante de este escrito es cómo el Señor se añadió a Jesús Daniel y a cada uno de nosotros, su familia.  Fué un proceso que nos llevó a vencer por medio de Cristo Jesús.  Espero que el Señor también se añada un poco mas a tu vida cuando lo leas.

Yolanda Meléndez, Autora​

Recopilando memorias

¿De donde surgió la portada y el título del libro?

     Mi familia y yo viajamos en invierno de 2008 para Houston.  Quisimos estar antes de la fecha de entrevista, en enero 2009, para el trasplante de médula ósea.  Si sucedía algo, él estaría en buenas manos.

     Lo primero que hicimos al llegar fue viajar a Kansas City.  Allí nos quedamos en casa de la hija menor de mi amiga.  Yo deseaba que hiciera mucho frío y ver caer la nieve.  Me dijeron que esa noche habían anunciado que iba a nevar.  Nos acostamos tarde esperándola.  A las 2 de la madrugada me desperté  y me asomé por la ventana.  Me pareció como si estuviera nevando, pero apenas se percibía y no quise despertar a los demás. 

     En la mañana, cuando nos levantamos todo estaba forrado de nieve.  Salimos al patio a jugar y Danny escribió su nombre en la nieve.  Lo retraté, pero no sé por qué esa foto no la encontré, sino hasta mucho tiempo después de haber comenzado el libro. En ese momento decidí que esa sería la portada.

     El título no lo decidí yo.  Me lo sugirió una hermana de la iglesia que quiero mucho y encontré que era justo lo que necesitaba.  A través de toda esta experiencia, habíamos sin duda, vencido la muerte.

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